Que ver y hacer en Mascate

Mascate, la joya costera del golfo de Omán, es una ciudad que combina una rica herencia marítima con un estilo de vida tranquilo. Ubicada entre colinas y abierta al mar, Mascate fue una potencia naval destacada hasta finales del siglo XVIII. La atmósfera serena de la ciudad se percibe desde sus playas doradas hasta su antiguo puerto pesquero, reflejando la historia de un país que siempre ha sido un puente entre culturas gracias a sus navegantes que surcaron el océano Índico durante siglos.

La ciudad se despliega a lo largo de una extensa franja de barrios, que se extiende aproximadamente 50 kilómetros desde el aeropuerto hasta Al Bustan. Debido a esta distribución, explorar Mascate requiere una cuidadosa planificación. Es importante tener en cuenta que durante las horas punta, específicamente de 8:30 a 12:30 y de 17:00 a 19:00 de domingo a jueves, el tráfico puede añadir hasta 45 minutos al tiempo de desplazamiento. Esto hace que sea esencial organizarse bien para aprovechar al máximo el tiempo.

Si solo tienes un día para descubrir Mascate, deberás escoger con cuidado qué lugares visitar. La ciudad ofrece una mezcla fascinante de historia y modernidad, con puntos de interés que van desde los fuertes portugueses hasta la majestuosa Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Un paseo por el casco antiguo te llevará a descubrir callejones llenos de encanto, mientras que el moderno puerto de Muttrah es perfecto para disfrutar de una puesta de sol inolvidable.

No importa cuánto tiempo pases en Mascate, la ciudad deja una impresión duradera, invitándote a descubrir más de su rica cultura y su espíritu aventurero.

El mercado de pescado

El mercado de pescado de Mascate es un rincón vibrante y lleno de vida que refleja la esencia de la ciudad. Ubicado cerca de la rotonda Samak, junto al Marina Hotel, este lugar ofrece una visión auténtica del día a día de los pescadores locales. A pesar de que Mutrah es el puerto principal de la capital, mantiene un ambiente tranquilo que recuerda a un pequeño pueblo pesquero. Desde el amanecer, se pueden observar las capturas frescas que llegan para ser subastadas en la lonja, ofreciendo un espectáculo fascinante tanto para los locales como para los visitantes.

Después de su remodelación en 2017, el mercado se ha convertido en un verdadero punto de referencia. El edificio, con su diseño en forma de ola, no solo resalta la modernidad que se integra con la tradición, sino que también añade un toque contemporáneo al malecón de la Corniche. Además, la zona ajardinada que lo rodea invita a pasear y disfrutar del entorno, permitiendo apreciar las vistas de los antiguos Dhows anclados en el puerto, que evocan la rica herencia marítima de la ciudad.

Visitar este mercado es una forma ideal de conocer la abundancia y diversidad de las aguas omaníes. Entre el bullicio de las subastas de pescados y el aroma del mar, uno puede sentir que está explorando un lugar donde el tiempo se detiene y la tradición sigue viva, ofreciendo una experiencia que combina lo mejor del pasado y el presente de Mascate.

El zoco de Mutrah

El zoco de Mutrah es sin duda uno de los más encantadores de las monarquías del Golfo. Este mercado, que conserva todo el atractivo de un tradicional bazar árabe, se encuentra escondido en un laberinto de pasillos donde cientos de puestos exhiben una asombrosa variedad de mercancías. Desde oro y plata hasta tejidos, dátiles y especias, aquí se puede encontrar prácticamente de todo. El mercado está abierto de sábado a jueves en dos franjas horarias, de 8:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00, mientras que los viernes solo abre por la tarde, de 17:00 a 21:00.

Una de las joyas más preciadas del zoco es el incienso, un producto con una importancia especial en la cultura omaní. En la región de Dhofar, al sur del sultanato, crece la Boswellia sacra, el árbol que produce la famosa resina aromática. El incienso de mayor calidad, que puedes encontrar aquí, es de un color blanco translúcido y se le atribuyen propiedades medicinales, especialmente para el tratamiento de dolencias respiratorias. Además, se vende en forma de chicle, permitiendo que se disfrute de sus beneficios de una manera más directa. Otros grados de resina, más oscuros, suelen mezclarse con sándalo, mirra y almizcle para ser quemados y purificar los espacios, llenándolos de su fragancia.

El zoco, a pesar de haberse modernizado con un techo de madera, no ha perdido su esencia caótica y colorida. Entre sus tiendas, se puede encontrar una mezcla interesante de objetos omaníes e indios, algunas antigüedades, tejidos, ferretería y joyas. La experiencia de comprar aquí incluye el regateo, aunque hay que tener en cuenta que los descuentos no suelen ser muy grandes. Aunque la mayoría de las tiendas aceptan tarjetas, es recomendable llevar efectivo para conseguir mejores precios. La entrada principal del zoco se encuentra junto a la Corniche, frente a los semáforos peatonales, y al entrar, uno se sumerge en un mundo donde la tradición y la modernidad se entrelazan en un ambiente vibrante y único.

La Gran Mezquita del Sultán Qaboos

La Gran Mezquita del Sultán Qaboos es un símbolo impresionante de la arquitectura islámica contemporánea y un reflejo de la devoción religiosa de Omán. Inaugurada en 2001, esta obra maestra fue un regalo del sultán Qaboos a su pueblo, conmemorando el 30º aniversario de su sultanato. Situada en la calle Sultan Qaboos St, en Al Ghubrah, la mezquita se destaca por su elegante cúpula dorada cubierta por una fina rejilla y sus proporciones monumentales.

El espacio interior es verdaderamente asombroso, diseñado para albergar a 20.000 fieles que pueden rezar simultáneamente. La sala principal de oración, de una belleza impresionante, cuenta con la segunda alfombra persa tejida a mano más grande del mundo. Esta obra de arte, que mide 70 metros de largo por 60 de ancho, fue confeccionada por 600 mujeres durante cuatro años, reflejando la dedicación y la artesanía tradicional iraní. Además, la mezquita alberga una espectacular araña de cristal de Swarovski, que mide 14 metros y pesa 8 toneladas, suspendida a 50 metros del suelo bajo una cúpula adornada con mosaicos.

La Gran Mezquita es también un lugar que acoge a no musulmanes, lo que la convierte en un punto de interés cultural y espiritual. Los visitantes pueden recorrerla de sábado a jueves, entre las 8:00 y las 11:00 de la mañana. La visita es una oportunidad para entender mejor las prácticas religiosas del pueblo omaní, que sigue la fe ibadista, una rama del islam que destaca por su énfasis en la colegialidad y la tolerancia.

Al visitar la mezquita, es importante vestirse con decoro. Se deben cubrir los brazos y las piernas, y las mujeres y las niñas a partir de 7 años deben cubrirse el cabello. En caso de necesitarlo, en el café y la tienda de regalos se alquilan abayas y pañuelos por un precio de 2,5 OMR, dejando un documento de identidad como depósito. Además, la mezquita ofrece circuitos para que los visitantes puedan explorarla en detalle.

Más allá de su función como lugar de culto, especialmente concurrido durante las oraciones del viernes, la Gran Mezquita del Sultán Qaboos se erige como un símbolo de la herencia cultural y espiritual de Omán. Desde sus jardines hasta la majestuosa sala de oración, cada detalle refleja una armonía entre tradición y modernidad, invitando a quienes la visitan a sumergirse en la riqueza del patrimonio islámico.

Museo Beit Al-Zubair

El Museo Beit Al-Zubair es una joya que permite sumergirse en las artes y tradiciones populares de Omán. Ubicado en una antigua casa del jeque Al-Zubair, el museo ofrece una mirada profunda a la diversidad cultural del sultanato, representando todas sus regiones y destacando los rituales y costumbres de sus distintas comunidades. A través de exposiciones de cerámica, joyería, y cuchillería, el visitante puede explorar el pasado y el arte de vivir de Omán.

Este museo privado, situado en Al Saidiya St, ocupa una casa magníficamente restaurada que por sí sola ya es una obra de arte. Las exposiciones son temáticas e incluyen una variedad de objetos que ilustran el patrimonio omaní, como sellos, monedas, muebles, y artesanías tradicionales. Además de ser un lugar dedicado a la historia y la cultura, Beit Al-Zubair se ha convertido en un importante centro cultural de Mascate, acogiendo también exposiciones internacionales de arte contemporáneo en su galería.

El museo abre de sábado a jueves, de 9:30 a 18:00, y la entrada cuesta 2 OMR para adultos y 1 OMR para niños. Para quienes deseen descansar y disfrutar de un tentempié, el museo cuenta con un moderno café. También hay una tienda que vende recuerdos de calidad, permitiendo llevarse a casa un pedazo del patrimonio omaní.

Al salir del museo, es casi obligatorio dar un paseo por el casco antiguo y la cornisa de Mutrah. Aquí se puede observar a los hombres vestidos con la dishdasha, una larga túnica blanca, y la kumma, un sombrero redondo bordado, mientras que las mujeres lucen la abaya, una prenda larga que refleja la elegancia y modestia de la cultura local. Las casas de madera de estilo indio que bordean el paseo marítimo son testigos del pasado de Omán y sus antiguos intercambios con el resto del mundo. Pasear por la cornisa al final del día es una experiencia que permite mezclarse con la multitud y las familias locales, disfrutando de la atmósfera tranquila y cosmopolita que caracteriza a Mascate.

El casco antiguo y la cornisa de Mutrah

El casco antiguo y la cornisa de Mutrah son dos de los lugares más emblemáticos de Mascate, donde se puede sentir la esencia y el espíritu de la ciudad. Pasear por esta zona es como viajar en el tiempo, con vistas que evocan la rica historia de Omán y su interacción con el resto del mundo.

Los hombres omaníes visten la tradicional dishdasha, una túnica blanca que refleja la elegancia y sencillez del estilo local, acompañada por la kumma, un sombrero redondo bordado con intrincados diseños. Las mujeres, por su parte, llevan la abaya, una prenda larga que destaca por su sobriedad y gracia. Este vestuario tradicional se mezcla con la arquitectura del lugar, especialmente con las casas de madera de estilo indio que bordean el paseo marítimo, recordando el pasado de Omán como un punto de encuentro para comerciantes y viajeros de diferentes culturas.

La Corniche de Mutrah, que se extiende por 4,5 kilómetros desde la rotonda de los peces hasta el parque de la bahía de Kalbuh, es uno de los principales puntos de interés del casco antiguo. Esta vía, que bordea el mar, ofrece vistas espectaculares del puerto y las montañas circundantes, y es el lugar perfecto para un paseo al final del día. Aquí, puedes mezclarte con la multitud, unirte a las familias locales que salen a disfrutar del aire fresco y sentir la vibrante vida urbana que caracteriza a Mascate.

Al recorrer la cornisa, uno se encuentra con una variedad de experiencias: el bullicio de los mercados, los aromas de la comida callejera, y la tranquilidad del mar que se extiende ante tus ojos. Es un lugar donde la historia y la modernidad coexisten, permitiendo a los visitantes no solo observar, sino también formar parte del latir diario de la ciudad.

La ópera Real de Mascat

La Ópera Real de Mascate es una verdadera joya arquitectónica, con líneas elegantes y una blancura que resplandece bajo el sol de Omán. Inaugurada en 2011, este magnífico edificio fue el sueño hecho realidad del sultán Qaboos, un gran amante de la música y las artes. La ópera es la primera de su tipo en el mundo árabe y se ha convertido en un símbolo cultural no solo para Mascate, sino para todo el sultanato. Además de su impresionante arquitectura, la Ópera Real es conocida por ofrecer una variada programación de espectáculos, desde óperas clásicas hasta conciertos de música tradicional omaní y eventos internacionales.

Para quienes desean complementar la experiencia cultural con una deliciosa comida, cerca de la Ópera Real se encuentra uno de los mejores restaurantes de la ciudad, especializado en carne de camello y otras carnes tradicionales. Ubicado en el Bareeq Al Shatti Mall, en Shatti Al Qurm, el restaurante Ubhar es una excelente opción para cenar después de asistir a una representación. Sus platos principales, que tienen un precio promedio de 5 OMR, ofrecen una muestra auténtica de la gastronomía omaní. El restaurante abre de 12:30 a 15:30 y de 18:30 a 23:00, por lo que es perfecto para quienes buscan una experiencia culinaria única antes o después de disfrutar de la ópera.